El yo-yo consiste de dos círculos o discos de madera o cualquier otro material resistente unidos al centro, donde se enrolla una cuerda o "manila". Este es un juguete tradicional que aún es común en los juegos infantiles. El juego consiste en hacer girar el yoyo, subiendo y bajando el juguete. Este movimiento repetido fortalece en las personas la coordinación motora y la concentración. El jugador sujeta el yoyo con una argollita que se hace en el extremo de la cuerda. Con cuidado enrolla bien la cuerda entre los dos discos, y con destreza lanza el yo-yo para que solito gire sobre sí mismo y comience a subir y bajar. Existen varias formas de hacer girar el yoyo y para su ejecución se requiere de habilidad. Entre las modalidades de juego están las siguientes: El columpio consiste en lanzar el yoyo para que gire sobre sí mismo, se sujeta la cuerda a la mitad para lograr que la misma adquiera la forma de un triágulo y el yo-yo cuelgue o se columpie a la mitad, sin perder su movimiento giratorio sobre sí mismo. Posteriormente se estira la cuerda y el yo-yo continúa bailando. El perrito consiste en lanzar el yo-yo, tratando de que continúe girando sobre sí mismo pero desplazándose como si la persona tuviera un perrito sujeto de una cuerda. El dormilón se logra cuando al lanzar con fuerza el yo-yo, este mantiene su movimiento giratorio pero sin subir ni bajar. Cuando la persona lanza en el aire el yoyo a la altura de los hombros, y logra mantener el movimiento de enrollado y desenrollado, se llama "chichota".